LA FUERZA AEREA MEXICANA Y LAS OPERACIONES TIPO OTAN

Por José Antonio Quevedo
Nota este articulo fue publicado por primera vez en la revista América Vuela  151


La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) es una organización surgida después de la Segunda Guerra Mundial cuya misión principal es la defensa colectiva de sus miembros, en sus estatutos se establece que un ataque armado contra uno o varios de los firmantes de la OTAN será considerado como un ataque dirigido contra todos ellos.

Es por eso que la alianza atlántica debe disponer de fuerzas, por naturaleza, conjuntas y multinacionales, capaces de desplegarse por todas partes y en cualquier momento, e ínter operativas a todos los niveles. Este tipo de organización se refiere a los ámbitos conceptuales y de capacidades necesarias para la realización de sus misiones.
En el caso de operaciones aéreas, esto se traduce, por ejemplo en que un escuadrón, digamos de F-18A del Ejército del Aire Español, puede operar conjuntamente con otro similar de F-16C  de la Fuerza Aérea de Turquía, para realizar todo tipo de misiones, esto se logra a través de métodos estandarizados en sus procedimientos tanto en tierra como en aire que les permitan desde el principio, operar con la mayor eficiencia y seguridad posibles. Es por ello que continuamente se realizan despliegues y ejercicios internacionales, en los que se enfrentan –en juegos de guerra– las fuerzas aéreas de los países aliados, para llevar a pilotos y tropas de tierra a condiciones operativas realistas, simulando el teatro de operaciones de un conflicto a gran escala. Con este tipo de ejercicios se mantiene un muy elevado grado de aptitud en las capacidades del personal, así como se detectan posiblesfallas en los procedimientos inter fuerzas, que son corregidos oportunamente.



En otras palabras, se ha probado que ésta es la forma más eficaz de mantener un nivel de excelencia en las capacidades de las fuerzas aéreas de los Estados miembros de la OTAN.

Este tipo de ejercicios también han comenzado a realizarse en América Latina: Cruzex, en Brasil o Salitre, en Chile,que involucran operaciones de combate, reaprovisionamiento, vigilancia electrónica y rescate, donde escuadrones de los distintos países ponen a prueba sus capacidades tanto técnicas como operativas.

En el mundo de hoy, una fuerza aérea profesional y eficaz debe operar bajo esas normas, que llegado el caso, le permitan desplegarse y funcionar en conjunto con otras fuerzas similares, para lograr defenderse, atacar y neutralizar
las amenazas potenciales a su territorio y espacio aéreo. En ese sentido surge una duda: ¿La Fuerza Aérea Mexicana (FAM) está preparada para operar con otras fuerzas aliadas, bajo los procedimientos adecuados y con efectividad?

Y dado el caso ¿está la FAM preparada para ubicar, interceptar y neutralizar una amenaza que cuente con aeronaves de combate avanzadas? Un buen termómetro podría ser una hipotética participación mexicana en el ejercicio Red Flag. Este es el mejor ejercicio aerotáctico del mundo, es patrocinado por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF) en la Base Aérea Nellis, cercana a la ciudad de Las Vegas. Normalmente participan unidades regulares de la OTAN, como la misma USAF, la Marina de los Estados Unidos, las fuerzas aéreas europeas, sean o no de la OTAN, de Japón, Corea, India, los Emiratos Árabes e Israel, que se van turnando en sus cuatro distintas ediciones anuales.



Por Latinoamérica han participado la desaparecida Fuerza Aérea Venezolana, ahora ANV, en 1992, la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) en 1998 y repitió en el 2008 (América Vuela número 143), la Fuerza Aérea de Chile en 1998, misma que repetirá en un futuro cercano con sus F-16C. Finalmente la Fuerza Aérea Colombiana, en 2012, con aviones IAI Kfir C-10 (América Vuela número 148). Aunque observadores de la FAM han asistido en varias ocasiones tanto a Red Flag como a la Copa Thunder (Cope Thunder) en Alaska, nunca una unidad operativa mexicana se ha desplegado para participar activamente en ejercicios de este calibre. Red Flag está diseñado para que las tripulaciones confronten amenazas en aire o tierra. Dos escuadrones de aviones de combate de la USAF en Nellis, volando con F-15 y F-16, y pilotados por profesionales de élite, se dedican a combatir como agresores.

Además, durante el ejercicio docenas de emplazamientos en tierra simulan el empleo de sistemas de misiles SAM y AAA, los cuales en conjunto con los aviones agresores, son expertos en defender su espacio contra los visitantes invasores.

Es así que para los altos mandos de la FAM y de la Secretaría de la Defensa Nacional no es desconocida la forma de operar y participar en este tipo de ejercicios, así como las ventajas para la seguridad nacional que supondría una actualización de la FAM al nivel que mantienen las naciones del primer y segundo mundo. Tal vez podría ser el momento de pasar de la teoría a la práctica, pues desde tiempos de la Segunda Guerra Mundial, con el Escuadrón 201, la FAM no ha contado con una unidad aérea que pueda ser capaz de operar en conjunto con otras fuerzas de primer nivel.

Según las reglas de la USAF, aquellas fuerzas aéreas aliadas que deseen participar en Red Flag, tienen que pasar primero por una certificación operacional, que incluye los siguientes elementos: entrenamiento en inglés, adiestramiento para los pilotos en las reglas de entrenamiento de Red Flag y operaciones con controladores
aéreos (GCI) y procedimientos específicos de la línea de vuelo nivel OTAN para técnicos de mantenimiento. Considerar una participación mexicana en un ejercicio Red Flag, tendría algunos desafíos:

1.- Aplicar a los pilotos programas de  entrenamiento operativo para interactuar con aviones de cuarta generación en un teatro de operaciones tipo OTAN.

2.- En un caso ideal, adquirir aeronaves de combate modernas, esta vez en cantidad adecuada y que sean capaces de ofrecer niveles actuales de defensa, a un país de dos millones de kilómetros cuadrados como lo es México. Otra posibilidad –inviable– es la modernización al máximo posible de los actuales Northrop F-5E/F para ponerlos al nivel de una aeronave de cuarta generación, lo que no es posible dado el número de ciclos que tienen estas estructuras de la FAM. La inversión económica requerida para actualizar la aviónica, armamento y sistema de reaprovisionamiento en vuelo, es demasiado para aeronaves con tantos años de operación, pues fueron adquiridos en 1982; Brasil modernizó equipos similares.

3.- Adquirir el equipo necesario para proporcionar reabastecimiento en vuelo así como los programas de entrenamiento y capacitación necesarios para inaugurar esta capacidad en la FAM.
4.- Gestionar un flujo presupuestal que permita realizar la reingeniería requerida en todos los niveles necesarios.



Respecto al F-5E mexicano, recordemos que es un caza interceptor de defensa puntual, que podría ser catalogado entre la segunda y tercera generación de cazas, muy rápido y maniobrable pero que fue diseñado para operar en grandes cantidades desde una vasta red de bases de operación, para combatir con intrusos a una distancia muy corta de su base, puesto que su capacidad de combustible es muy pequeña. Por supuesto ese no es el ambiente en el que operan los F-5E del Escuadrón Aéreo 401, mismos que además están equipados actualmente con un sencillo radar de búsqueda y rastreo Emerson AN/APQ-159 de alcance y prestaciones muy limitadas, que no es capaz de gestionar el disparo de misiles aire – aire de alcance medio guiados por radar, su armamento aire - aire se limita a un par de cañones de 20 mm y a misiles de corto alcance con guía infrarro- ja. De igual forma, este radar no tiene ninguna modalidad para ataque aire tierra.

Tampoco están equipados con enlaces digitales de datos, por lo que el intercambio de información entre el centro de control táctico, las aeronaves de alerta temprana, los controladores de misión y los propios aviones es nulo. Por último los F-5E carecen de sistema de abastecimiento en vuelo, por lo que su autonomía con combustible interno es mínima. En conclusión, la FAM no podría participar en un ejercicio internacional de los tipos que hemos mencionado, por carecer de un equipo de vuelo adecuado, por más empeño y capacidad que demostrara el equipo humano. De esta forma la única solución viable sería la sustitución de los F-5E por aeronaves modernas, aun cuando no sean de primera mano, de bajo coste, que ampliaran de forma exponencial las capacidades de defensa de la FAM.

La situación es totalmente distinta respecto a las aeronaves de alerta temprana Embraer EMB 145 AEW&C de reciente adquisición, que forman parte del Escuadrón de Vigilancia Aérea, ya que estos aparatos cuentan con capacidad total para controlar todo un escuadrón de aeronaves y dirigirlas hacia sus blancos, alertándolas de potenciales peligros durante toda la misión a través de modernos enlaces digitales. Un entrenamiento de tipo internacional sería muy útil para las tripulaciones mexicanas de vigilancia aérea, que enfrentarían el manejo de un espacio aéreo saturado por una alta densidad de aeronaves tanto amigas como agresoras, en el que el EMB 145 podría guiar en sus misiones a sus propias aeronaves y traerlas de regreso con el mínimo de pérdidas posibles.


Actualmente éste sería el único aspecto en el que la FAM podría participar en un ejercicio multinacional. No cabe duda que la capacidad de los pilotos mexicanos y personal técnico aéreo es suficientemente buena, como para desenvolverse en ejercicios militares internacionales, lo que aumentaría después de un adecuado entrenamiento operacional, pero la dificultad de asistir se centra en el desfase del equipamiento aéreo de combate. Sin embargo el mayor obstáculo que enfrenta la FAM es la doctrina bajo la cual opera, bajo el esquema de una aviación del ejército,enfocada únicamente a dar soporte a las tropas de tierra ya sea por medio de operaciones aire-tierra, de apoyo aéreo cercano o simplemente como transporte, descuidando su principal función; la Defensa del Espacio Aéreo. 

México emplea un esquema defensivo que data de principios del siglo pasado. Tampoco cabe la menor duda de que una participación mexicana en este tipo de ejercicios; ya sea Red Flag, Cruzex o Salitre le traería beneficios duraderos y hasta de reingeniería a la FAM; aumentando enormemente su capacidad operacional e incrementando suinteroperabilidad con otros potenciales aliados.

puedes descargar la versión impresa de este articulo en el siguiente enlace: 

http://es.slideshare.net/joseantonioquevedo9/operaciones-tipo-otan

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