La SEDENA dispuesta a retomar la construcción de aeronaves mexicanas.
Por Mariano García, con
la colaboración de José Antonio Quevedo.
El anuncio del Secretario de la Defensa es tal vez uno
de los más importantes de toda su administración hasta el día de hoy y es que
es importante, muy importante para la industria aeroespacial en México; sus
repercusiones pueden hacer un eco muy positivo en los siguientes cien años de
la industria mexicana. El inesperado anuncio sucedió el 30 de enero, en una
sobria y discreta ceremonia que tuvo como fin celebrar el centenario de la
Industria Militar (IM) Mexicana, un conglomerado de fábricas de municiones,
armas, vehículos e ingenio militar mexicano, que ya desde hace un par de años se esperaba comenzara
a explorar el terreno de la industria aeronáutica.
Mientras escuchábamos
el discurso del General de División Fausto Lozano Espinosa, el actual director
de esta importante rama del Ejército mexicano, el discurso iba tomando
derroteros interesantes, pero no fue hasta que tomo la palabra el Secretario de
la Defensa, Salvador Cienfuegos que nuestra atención como medio especializado
en aviación quedó blocada al cien, las
palabras fueron inolvidables “se tiene proyectada una meta para 2018 que incluye la
fabricación de un avión biplaza y dos aviones experimentales para
adiestramiento básico de sobrevuelo; también se planea la fabricación de un
cohete calibre 50 milímetros de práctica aire-tierra y su lanzador de siete
bocas para artillar aeronaves militares”
Por
supuesto hay que desglosar estas palabras y llevarlas a un contexto realista.
La primer parte dice: Fabricación de un avión biplaza, no mencionan su desarrollo;
entonces ¿qué significa esto? ¿Acaso IM está en posición de negociar la compra
de derechos de ensamblaje de alguna aeronave, siendo así qué aeronave ha
escogido, en qué instalaciones se llevara a cabo este proyecto? ¿Quiénes serán
los involucrados? ¿Habrá algún socio nacional o extranjero? ¿Cuál es el project
chárter? ¿Qué plan financiero se
contempla? Y sobre todo ¿Cuál será el papel de la FAM?
La
siguiente parte: Dos aviones experimentales para adiestramiento básico de
sobrevuelo. Esto suena muy lógico, casi toda nación con una industria propia ha
comenzado por ahí exactamente en sus aviones de entrenamiento y ensamblando
aviones bajo licencia. Esto nos genera las mismas preguntas que la idea
anterior pero por supuesto que también nos trae algunos recuerdos no tan buenos
como muchas aeronaves mexicanas que han sido propuestas y presentadas sin que a
los pilotos de la FAM les guste u obtengan algo cercano al éxito comercial.
Y es
que esa es la clave del éxito, que las entidades de defensa sean una parte
importante que garantice contratos a cambio de eficiencia, competitividad y
cumplimiento de requerimientos. La realidad es que en poquísimas ocasiones y
casi siempre a contracorriente con mucha
precaución, en la historia aeronáutica de éste país la aviación militar fue
promovida sólo desde la perspectiva militar y en aún más raras ocasiones
desarrollos civiles surgieron para morir rápidamente. Por supuesto no podemos
olvidar los errores de la época de los Talleres Nacionales de Construcciones Aeronáuticas o TNCA, en la década de los veinte
del siglo pasado, el error de involucrar extranjeros que opinen en nuestra
política interna, y políticos sin la capacidad ni conocimientos que influyan
negativamente en los derroteros de la defensa mexicana. Esto no se debe olvidar,
no se debe permitir.
Según
un informe de Forbes de 2014, “México quiere colarse hacia 2020 entre los diez
mayores proveedores de la industria y duplicar las exportaciones, con 50% de
contenido nacional. Gracias a este auge, México está clasificado como el noveno
proveedor para el mercado aeroespacial de Estados Unidos y el sexto para la
Unión Europea (UE).
La industria aeroespacial en
México se conforma, sobre todo, por empresas extranjeras que han encontrado
en el país un lugar atractivo para establecerse por los bajos costos laborales
y la buena calidad de la mano de obra. La industria aeroespacial se clasifica
en compañías armadoras (OEMS, como Boeing y Airbus), proveedoras de primera
línea o Tier 1; de segunda línea o Tier 2 y Tier 3. Las firmas de capital
mexicano representan 22% de las suministradoras y abastecen, sobre todo, a las
Tier 3. Los que han encontrado condiciones para desarrollar centros de diseño e
ingeniería, laboratorios y líneas de producción para motores, componentes y
fuselajes, son el fabricante canadiense de aviones ejecutivos Bombardier y el
productor europeo de helicópteros Airbus Helicopters; así como los gigantes de
la proveeduría: Grupo Safran, General Electric (GE) y Honeywell.”
Por
lo que en esta ocasión el que el impulso provenga de lo más interno de la
SEDENA es muy alentador. Esta simple frase nos ha emocionado y nos ha
despertado cientos de preguntas, porque significa el renacimiento de la
industria aeronáutica militar en México. Entidades como la UNAQ, el IPN o los
clusters aeronáuticos regados por el país deben estar aún más interesadas. Este
es sin duda un momento que nos debe unir a todos los involucrados en la
industria aeroespacial del país, por que completa el círculo. Enhorabuena por la
SEDENA, sin duda estaremos ansiosos en escuchar los planes a alto y bajo
detalle y cómo afectarán a la FAM y AARM.
Felicidades por este bien logrado artículo... eso de los extrajeros en los TNCA hay que llamarlo con todas sus letras, O'neil que como asesor del presidente se encargó de obstaculizar y finalmente con su ayuda destruir las construcciones aeronáuticas (aunque muchos otros factores fueron decisivos), posteriormente otros extranjeros también influyeron directamente. Ojalá los políticos y gente ahora directamente involucrada pudieran conocer esos pasajes oscuros de la historia... para que no se repita... o al menos se pueda contrarestar en algo.
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ResponderBorrarExcelente, ojala y no vayamos a caer en aquellos tropiezos de nuevo y esta vez si cristalicen los planes.
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